Cuatro personas están acusadas de presuntamente estafar y quitar todas sus propiedades a una pareja de ancianos octogenarios. Boro Barber descubrió que su cuidador aún alquila a través de su inmobiliaria el chalet del matrimonio, por el que pide 3.000 euros al mes. Tras descubrir que le grababan, Juan Enrique huye de las cámaras, primero a paso rápido, luego corriendo y llegando incluso a empujar a una mujer y a la cámara. Él se mantuvo en silencio ante las preguntas de nuestro reportero, pero su hijo sí hablaba, culpando a los demás acusados.