La Isla de Valdecañas se erige en plena Red Natura 2.000, un espacio natural por el que pasan las aves migratorias. Una ecologista denunció la construcción de la isla y la justicia le dio la razón aunque le ha costado más de una amenaza de muerte. “Esto es una consecuencia del poder del dinero, me han llegado a tirar cócteles molotov”, asegura Francisca Blanco.