Barcelona endurece su ordenanza de urbanismo para eliminar la prostitución de sus calles

Por negociar sus servicios en la calle, las prostitutas podrían enfrentarse a multas entre 700 y 3.000 euros si el servicio se realiza en la vía pública. Los colectivos de ayuda a las profesionales del sexo reclaman que dichas multas no solo se apliquen a las prostitutas, sino que también sean los solicitantes de sus servicios los que paguen.

Glória Poyatos, magistrada y especializada en el tema de la prostitución, pone en duda la legalidad de estas sanciones, ya que se puede regular la negociación de los servicios de estas mujeres, pero sin que afecte al uso del espacio público, no puede ser penalizada.

En el Raval se ha ejercido la prostitución en la calle durante décadas, muchas prostitutas que frecuentan esta zona saben que sus puestos de trabajo están en peligro. Algunas de ellas ya llevan encima muchas multas, no tienen dinero y sin trabajo no podrán pagar lo que deben, ¿qué opciones les quedan?.

Poyatos, asegura que ante de aprobar esa ordenanza no se realizo ningún estudio para ofertar otros trabajos a esas mujeres, nadie se ha preocupado se darles posibilidades de reinserción social, una formación o incluso una alternativa de ganarse la vida.

A través de una serie de formularios, las mujeres que ejerzan la prostitución puede ser reconocidas como trabajadoras autónomas y optar a los mismos derechos que cualquier otro trabajador, siempre y cuando se den de alta como ‘trabajadoras profesionales’.

Actualmente en España es posible darse de alta como trabajadora autónoma y de manera legal siendo prostituta. Lo que permitiría a las mujeres que desarrollan dicha actividad una seguridad familiar de sus necesidades. Es muy fácil darse de alta, pero los prejuicios de la sociedad impiden darse de alta llamando a las cosas por su nombre.