“Aquí no hay alegría, es todo tristeza y amargura porque no sabes cuándo van a venir a tocarte los cojones sin motivo alguno”, ha declarado el enfermo de parálisis cerebral. Otra de sus compañeras se ha quejado de la falta de higiene: “Cuando me viene la regla me ponen un pañal y, si siento ganas de hacer pis, me dicen que ya que tengo el pañal que me lo haga encima.