Dos equipos de niños se unen contra la brutal pelea de sus padres durante su partido

Dos equipos de niños de cinco años dieron una lección magistral de 'fair play' a sus padres en particular y a muchos mayores en general reuniéndose para defender el espíritu de deportividad en el fútbol base. Tras una vergonzosa pelea que protagonizaron sus padres hace unos días durante un partido que enfrentaba a estos mismos conjuntos, los clubes decidieron reunir a los chavales para demostrar los verdaderos valores que el fútbol debería inculcar.

El incidente tuvo lugar el sábado 4 de marzo en un partido de querubines -categoría de niños de aproximadamente cinco años de edad-, categoría que no compite federadamente y que en ocasiones juega en torneos organizados por los propios clubes. Por lo tanto, la federación no ofrece árbitros profesionales, por lo que los encargados de pitar en los partidos son personas que asigna el equipo local de cada partido.

En este contexto, tal y como cuenta la web 'Esportbase', la polémica ocurrió en los instantes finales del partido, cuando el árbitro –uno de los padres de los niños, elegido por Paterna- pitó un penalti que supuso el empate local. Es decir, para el equipo en el que jugaba su hijo. La decisión provocó una invasión de campo de padres que terminó en una bochornosa pelea ante la mirada de los más pequeños. En el vídeo se pueden escuchar gritos de algunos niños y reproches de padres que permanecieron en la grada, rechazando absolutamente la reacción agresiva de los participantes en la trifulca.

Ambos clubes comunicaron a través de las redes sociales su absoluto rechazo ante lo sucedido, informando de que tomarán medidas para evitar sucesos similares en el futuro. Pero no solo eso: días después, aprovechando la gran relación que mantienen Paterna y Torrent desde hace años, promovieron un acto de reconciliación entre los chavales, que se reunieron para rechazar la actitud agresiva de sus padres.

Desde el Sindicato de Árbitros instan a eliminar la faceta competitiva en esas categorías, en las que debería primar la misión de inculcar los valores deportivos, solidarios y de buen compañerismo en quienes se inician en el fútbol. Proponen eliminar clasificaciones, tablas de goleadores y demás ‘rankings’, aunque son conscientes de que la responsabilidad final reside en la educación que reciben en casa.