El delantero portugués ya ha recapacitado y ya sabe que se quedará en la capital. Cristiano aún se tiene que reunir con Florentino, pero de momento se relaja con la familia en Formentera donde se lo está pasando realmente bien. Cuando bajó del campo para ir a comer a un restaurante, todos los fans le rodearon para pedirle fotos y autógrafos.