Bojan Krkic: de ser el 'nuevo Messi', a cambiarse de deporte por no tener ofertas

Bojan Krkic fue uno de los jugadores con más proyección de España. El delantero del Barcelona comenzó su andadura en la élite desde muy temprano y se convirtió para muchos en el 'nuevo Messi'. Pero su carrera se truncó rápido y ahora, con 32 años, se encuentra sin equipo.

Pese a ello, el delantero catalán no pierde la esperanza de poder volver algún día y por ello se pone a punto con la bicicleta. Recientemente nació una nueva marca de bicicletas llamada GUAVA de la mano de NSN Ventures y Bojan es parte importante del proyecto.

“Desde siempre la bici me gustó, incluso como medio de transporte, pero desde hace unos cinco años la modalidad de gravel me encanta. Siempre que puedo salgo a hacer mis rutas”, dijo el catalán a AS. Y es que para Bojan la bicicleta le está ayudando mucho en este tramo sin equipo.

“En lo relacionado con el fútbol, también me sirve como entrenamiento, porque al no tener impacto físico te permite recorrer muchos kilómetros sin dañar el cuerpo”, aseguró un Bojan que gracias al equipo que se usa en la bicicleta puede entrenar sin que le paren por la calle. “Con casco, gafas... no me reconocen tanto, pero me gusta socializar con la gente”, comentó.

Bojan ha estado, a parte del Barcelona, en Roma, Ajax, Stoke City, Mainz, Alavés, Monteral, Vissel Kobe, por lo que ha podido observar cuanto usa la gente la bicicleta en diferentes partes del mundo. “Montreal, Kobe, Barcelona obviamente... se ve que la gente utiliza mucho la bici para moverse. En mi caso, lo bueno de utilizar una de gravel, es que puedes ir por todo tipo de sitios y no te da problemas”, aseguró.

Sin embargo, pese a su gusto por las bicicletas, el ex futbolista del Barcelona prefiera practicarlo a verlo por televisión. “No veo carreras de ciclismo por la TV, la verdad. Soy más de practicarlo. Antes solía ir más con la de montaña, pero con el gravel tuve un amor a primera vista, porque rodillo tampoco entreno. Todo al aire libre. Suelo hacer rutas de dos o tres horas, sobre todo los fines de semana, pero también alguna mañana de diario”