El veterano sufista Toby Cunningham, de 41 años estaba surfeando en las playas de Nazaré, Portugal, donde se encuentran las olas más grandes del mundo. En un momento dado, Toby cae de su tabla aplastado por una de las olas gigantes. Una moto de rescate se dirige hacia su posición hasta en cinco ocasiones porque debido al tamaño del oleaje son incapaces de recogerle a la primera. En una pequeña tregua del mar al final lo consiguen.