Luis Suárez ha vivido una extraña eliminatoria de Copa. Feliz por sus dos goles cruciales para el pase a la final pero con el amargo sabor de boca de perderse el gran partido del 27 de mayo tras haber sido expulsado por doble amarilla. Una sanción que podría ser mayor si se tiene en cuenta que el uruguayo se marchó del césped insultando al árbitro y luego no se encaminó a los vestuarios sino que se sentó en el banquillo. A pesar de eso, el Barça ha decidido recurrir la expulsión.