En el hospital donde Miki Roqué fue tratado del tumor en la pelvis conoció a Miguel Cárdenas, un niño que visitaba a su madre enferma, y se hicieron casi hermanos. La bondad del jugador fallecido le llevó a darle la sorpresa de traer a Carles Puyol para que sorprendiera al chaval. Esta es su emotiva historia.