Guardiola, al límite de la expulsión tras encararse con el árbitro en un partido de alto voltaje

Los nervios estaban a flor de piel, y si no que se lo digan a Guardiola. El entrenador del Manchester vivió el enfrentamiento ante el líder invicto de Klopp con mucha intensidad, hasta el punto de encararse con el cuarto árbitro. Un partido en el que no faltó la emoción, los goles y la polémica. La tecnología determinó el resultado del partido tras despejar las dudas sobre un balón que por escasos centímetros no subió al marcador. Es la primera derrota en lo que va de temporada para el Liverpool. Ante todo, ambos entrenadores acabaron el partido fundidos en un abrazo.