Un partido de infantiles en Alaró, Mallorca, ha terminado en una lamentable batalla campal entre padres. Los niños, de entren 12 y 13 años, jugaban un encuentro liguero y tras una discusión por una acción polémica los padres se liaron a golpes en la grada. Los jugadores lo vieron todo, e incluso uno de ellos fue a defender a su padre.