L-carnitina: cómo se debe tomar este suplemento y para qué sirve
Todas las claves sobre la L- carnitina, qué es y para qué sirve
Los consejos que deberás seguir para tomarla
Algunos de los distintos tipos que te puedes encontrar en el mercado
El mundo de los suplementos deportivos es muy amplio. Aunque hay que decir que no existe ninguno que sea milagroso. Todo este tipo de sustancias tiene que ir acompañado de una dieta sana y equilibrada y por supuesto, ejercicio. No consiste en tomar algo y esperar a que aparezcan los resultados sin hacer nada.
Esta vez nos vamos a centrar en la L-carnitina. Es un compuesto de aminoácidos que sirve para tonificar el músculo debido a que trasporta a las células musculares los ácidos grasos que se emplean para generar energía. Se está haciendo muy popular entre los deportistas ya que esta aporta un incremento de la energía y la resistencia en el momento en el que estás haciendo ejercicio.
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Además de trasportar a las células las sustancias también se encarga de la combustión o quema de grasas. Para que esto se produzca de forma adecuada lo esencial es que tus rutinas deportivas sean con una alta intensidad para que los ácidos grasos tengan una gran movilidad y hagan sus funciones porque de lo contrario de nada serviría tomarla.
Las funciones de la L-carnitina
Algunas ya las hemos comentados, pero tiene muchas más y son las siguientes:
- Produce la aceleración del metabolismo aeróbico de los hidratos de carbono.
- Favorece la capacidad de recuperación y disminuye el daño que pueden sufrir los músculos después de ejercicios duros de musculación.
- Trasporta los ácidos grasos desde los tejidos adiposos hasta la mitocondria celular y es aquí donde lo convertirá en energía.
- Disminuye la destrucción de la masa muscular que se puede producir cuando se sigue alguna dieta adelgazante que la realizas de manera incorrecta por lo que se convierte en un potente anticatabólico.
- Tiene una incidencia positiva sobre el volumen de oxígeno en tu cuerpo. Esto será muy óptimo para aquellos que sean runners y ciclistas de largas distancias ya que mejora el rendimiento al utilizar el oxigeno de manera eficiente para producir energía.
- Incrementa los receptores de andrógenos que provoca una mejora en la recuperación y el aumento de la masa muscular.
Cómo tomar L-carnitina
Como en todos los casos, siempre debes acudir a algún profesional para que te recomiende según tus circunstancias no debes hacerlo siguiendo cualquier pauta. Lo que se suele recomendar es la ingesta de 1 o 2 gramos unos 30 minutos antes de hacer ejercicio.
Hay que tener en cuenta una serie de advertencias ya que esto en algunas personas podría ser más perjudicial que beneficioso.
Las personas que sufran epilepsia podrían ver cómo sus convulsiones aumentan por el consumo de esta sustancia. Además, aquellas que padezcan diarrea, insuficiencia cardíaca o neuropatías periféricas no deberían tomarla, así como las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Si no sufres nada de esto, pero una vez que lo empiezas a consumir te provoca vómitos y náuseas, dolor abdominal, diarrea y gastritis, mareos, fiebre o hiperdrosis acude a tu médico para que te valore porque estos pueden ser alguno de los efectos secundarios.
Los diferentes tipos de L-carnitina
- L-carnitina base: en este formato es de la forma más pura que te lo podrás encontrar ya que tiene la máxima concentración. La forma más usual de encontrarla es en productos en estado líquido ya que el cuerpo así lo absorbe más rápido.
- L-carnitina tartrato: el porcentaje de carnitina en estos casos es del 68% y aparece en barritas o suplementos deportivos en forma de pastilla.
- Acetil L-carnitina: este lo podrá encontrar en cápsulas o comprimidos y tiene un 98% de carnitina entre sus componentes.
- L-carnitina magnesio citrato: lo podrás encontrar en forma de barritas, bebidas o pastillas efervescentes y solo presenta un 40% de carnitina.