Duelos familiares: Gasol, Williams, Manning... y ahora, Valero Rivera (¡padre e hijo!)

Los dos Valero Rivera del balonmano español vivirán en este mundial un duelo padre hijo casi inédito en la historia del deporte. Si ya es raro ver a un padre y un hijo enfrentados, aún lo es más que lo hagan en una competición por países. Hace dos años, en 2013, los Valero Rivera vivieron juntos la increíble experiencia de ganar un Mundial para España. La marcha del Rivera senior a Qatar como seleccionador nacional ha propiciado que se produzca la extraordinaria circunstancia de ver a un padre y a un hijo enfrentados en un Mundial.

Si repasamos la liga española encontramos, no hace mucho, otro duelo entre padre e hijo. Y también en este caso entre entrenador y jugador. Se trata de Michel, el mítico extremo derecho, que en su época como entrenador del Sevilla tuvo que pasar por el difícil trago de explicar a sus defensas cómo debían cubrir y entrar a su propio hijo.

Lo malo de tener un hermano llamado Diego Armando es que pocos se acuerdan de ti. Pero el pequeño de los Maradona también fue futbolista y también jugó en Italia. Concretamente en el Ascoli en la época en la que su hermano jugaba en el Nápoles. Fruto de esta coincidencia los dos hermanos pudieron vivir la experiencia de encontrarse en el campo de fútbol vistiendo diferentes camisetas.

El de los Valero Rivera no es, ni mucho menos, el primer duelo entre dos familiares en un partido. Eso sí, la modalidad de duelo familiar más común es la de hermanos. Hay infinidad de deportes en los que hemos podido ver duelos ‘fratricidas’. Con apellido español, uno de los duelos más célebres de los últimos tiempos ha sido el de los hermanos Gasol en la NBA, defendiendo las camisetas de Memphis y Lakers. Curiosamente, esta misma semana los dos hermanos conocerán si volverán a vivir un duelo familiar en el All Stars.

Uno de los duelos fratricidas más legendarios de la historia del deporte es el protagonizado durante una década por Serena y Venus Williams. Las dos hermanas, que juntas 38 títulos de Grand Slam entren individuales y dobles, se han enfrentado nada menos que en ocho finales de los cuatro campeonatos más importantes.

Al otro lado del charco y en el deporte estrella de los Estados Unidos (no en vano la Superbowl es el evento deportivo más visto de todos los años), encontramos el duelo entre Eli y Peyton Manning. Los muy rubios, muy americanos y, por supuesto, quaterbacks de sus respectivos equipos. El ejemplo perfecto de dos hermanos jugando desde niños en el jardín de su casa de Nueva Orleans. Nada menos que 3 Superbowl en cinco años juntan entre ambos. Un caso parecido al de los Gasol en el que el pequeño, lejos de vivir a la sombra de la leyenda de su hermano, ha sabido aprender lo mejor de él para alcanzarle o incluso superarle.

Otro de los duelos más épicos entre hermanos de los últimos tiempos es el de los alemanes Schumacher, en Fórmula 1. Durante diez años, Ralf y Michael vivieron su particular enfrentamiento en el asfalto de la competición de automovilismo más importante. Eso sí, en este caso con uno de ellos a años luz del otro. En la década que duraron juntos en pista, el menor de los dos hermanos tuvo que ver con resignación cómo Michael se llevaba toda la gloria. En concreto, 91 victorias en su carrera por las seis del pequeño Ralf.

Pero si un enfrentamiento entre padre entrenador e hijo jugador es poco habitual, ver a un padre y a un hijo jugando juntos un partido internacional con su selección es ya una situación totalmente extraordinaria. Más aún cuando el partido supone el debut del hijo y salta al césped sustituyendo a su padre. Le sucedió a Eidur Gudjohnsen, ex jugador del Barça, en su primer partido oficial con Islandia, en 1996 y contra Estonia. Al llegar el minuto 70 al chaval de 17 años le tocó quitarse el chándal para saltar al césped. Sólo podemos imaginar la emoción que debió sentir al ver que el jugador al que tenía que sustituir era nada menos que su propio padre.