El consumo de café, té y mate en niños: cómo tomarlo, a qué edad empezar y qué beneficios tiene

Carla Sánchez
21/05/201818:41 h.CAFÉ
El café es de las bebidas más consumidas y siempre asociada a un “chute” de energía, debido a su contenido en cafeína.
La cafeína, actúa a nivel del SNC (sistema nervioso central) haciendo que nuestro organismo incremente la frecuencia cardíaca y libere adrenalina.
El café contiene sustancias antioxidantes, que contribuyen a eliminar los radicales libres encargados de la oxidación celular y el envejecimiento.
Los niños, de forma innata, tienen afán por el sabor dulce, y rechazo por el sabor amargo. A diferencia de España, en muchos lugares de Latinoamérica, el consumo de café se inicia a edades muy tempranas. Bien es cierto que su efecto taquicardizante puede hacer que se pongan más nerviosos de lo habitual en ellos, pero todo depende de lo fuerte que se prepare. Si se toma un café ligero, no habría inconveniente en que lo tomasen de forma controlada. El café favorece la atención, se encarga de mantenernos despiertos y activos física y mentalmente, favoreciendo las ganas de movernos y hacer deporte, ayuda a facilitar la digestión incrementando los jugos biliares y digestivos.
Una taza de café suele tener entre 80 y 120 mg de cafeína. De acuerdo a los estándares de Canadá, se sugiere que los niños de 4 a 6 años no consuman más de 45 miligramos de cafeína al día, de 7 a 9 años no más de 62.5 miligramos, y 85 miligramos máximo al día para los niños de 9 a 12 años.
De hecho, un exceso de cafeína puede interferir con el sueño normal de los niños, su concentración, la salud de sus huesos y dientes, y hasta podría aumentar la presión arterial.
TÉ VERDE
El té es una bebida que contiene teína, un excitante que actúa de la misma forma que la cafeína. El consumo de té tiene multitud de beneficios.
1. Tiene un alto poder antioxidante por su contenido en catequinas, y es por eso que ayuda a prevenir el envejecimiento.
2. En personas diabéticas, estudios han demostrado que una taza de té verde después de comer, ayuda a que el azúcar en sangre disminuya.
3. En personas con el colesterol alto, ayuda a que las concentraciones de LDL (colesterol malo) disminuyan y las de HDL (colesterol bueno) aumenten.
El rooibos es un tipo de planta, que, al contrario del té, se conoce por sus propiedades relajantes. Puedes darle a tu hijo una taza pequeña de rooibos, debido a su sabor dulzón no necesitas añadirle un endulzante. También puedes comprarlo mezclado con algunas frutas como fresa y naranja, vainilla, y hasta chocolate.
YERBA MATE
La yerba mate o Ilex paraguariensis es una planta que hace referencia a Paraguay, y se cree que su consumo es herencia de los indígenas guaraníes asentados en esta región. Argentina es el principal productor mundial de yerba mate, y dentro de Argentina la planta se cultiva en las provincias de Misiones y nordeste de Corrientes.
Contiene mateína, una sustancia similar a la cafeína, es un estimulador natural del sistema nervioso central, promueve la actividad mental y aumenta los niveles de energía y concentración.
Propiedades de la yerba mate:
1. Disminuye los niveles de colesterol malo.
Ayuda a prevenir la enfermedad cardiovascular pues evita que el colesterol y las grasas se acumulen en las arterias; además, favorece el aumento de HDL (colesterol bueno) y disminuye los niveles de LDL (colesterol malo).
2. Efectos diuréticos
La yerba mate contiene potasio, un mineral esencial para equilibrar el sistema hídrico del organismo y mejorar la eliminación de líquidos y toxinas del cuerpo.
3. Fuente de vitaminas
Contiene vitaminas del grupo B, esenciales para el mantenimiento de las funciones corporales del organismo.
4. Potente antioxidante
Debido a su alta concentración de polifenoles, la yerba mate posee un alto poder antioxidante. Los polifenoles mejoran las defensas naturales del organismo y lo protegen del daño celular.
TRES REGLAS CLAVE A LA HORA DE CONSUMIRLO
Como conclusión, el café, el té o incluso la yerba mate, puede ser beneficioso si se consume de forma controlada en los niños. Podemos identificar tres claves a la hora del consumo en menores:
a) La forma de diluirlo. Cuanto más ligero, mejor, de manera que podamos aprovechar sus beneficios evitando el efecto taquicardizante.
b) Las cantidades mencionadas no deben excederse: los niños de 4 a 6 años no consuman más de 45 miligramos de cafeína al día, de 7 a 9 años no más de 62.5 miligramos, y 85 miligramos máximo al día para los niños de 9 a 12 años.
c) Nunca debe consumirse después de las 14:00 horas para que no interfiera en el ciclo del sueño.
________
Carla Sánchez Zurdo, nutricionista y entrenadora personal en su centro Boostconcept, es diplomada universitaria en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad San Pablo CEU de Madrid y entrenadora personal por la Federación Internacional de Fisioculturismo y Fitness IFBB y por la Academia Americana de Medicina Deportiva NASM. Dirige en Madrid Boostconcept, su propio centro de salud y fitness.