Kipchoge y el secreto de su éxito: de beber tres litros de agua, a unas zapatillas de 300 euros
Kipchoge es uno de los nombres propios de esta semana
Repasamos los secretos detrás de la mejor marca de maratón de la historia
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Eliud Kipchoge ha hecho historia esta semana batiendo su propio récord en la disciplina de maratón. Muchos se preguntan cómo el atleta keniata puede aguantar durante tanto tiempo ese ritmo imposible para el resto de los mortales. Pues bien, hay algunos secretos detrás de su altísimo rendimiento.
Kipchoge basa su rendimiento en las extraordinarias condiciones innatas que tiene para correr pero también en una exigente disciplina de trabajo que sigue con su equipo, el NN Running Team, en el campamento de Kaptagat (Kenia), a unos 25 kilómetros de dónde vive su familia.
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Kipchoge combina el deporte con la lectura y la filosofía
El atleta keniano se acuesta a las nueve de la noche, duerme ocho horas hasta las cinco de la mañana, descansa con la siesta, bebe unos tres litros de agua diarios, cuida la comida con proporciones nutricionales, entrena entre dos veces al día y se realiza a nivel personal con la lectura y la filosofía.
A nivel deportivo elige muy bien las competiciones. No compite en exceso, solo en carreras seleccionadas, y lo hace con la que considera la mejor tecnología adaptada a sus condiciones físicas. Siempre fiel a Nike, la marca que lo viste y le acompaña, Eliud ha ido luciendo siempre sus modelos por los mejores maratones del mundo.
Sus zapatillas de competición cuestan 300 euros
Las zapatillas, dependiendo de la superficie, la pisada y el objetivo buscado, suponen una herramienta clave para un corredor de élite. Las que usó Kipchoge en el último Maratón de Berlín (2h01:09), en el que desafió todas las leyes físicas del atletismo, fueron las Nike Air Zoom Alphafly NEXT% 2, diseñadas para velocidad en una competición de larga distancia.
"Es una de las zapatillas de Nike de más alta gama del mercado y de las que más amortiguación posee. Tiene una curvatura suficientemente pronunciada para que, al aplastarla, puedas tener una catapulta mayor. Además, el zoom de delante rebota mucho, es una pieza de aire, tiene fibras de nailon, y al aplastarla es como un colchón de muelles. Cuanto más fuerte pisas más rebotas. Si aplastas la placa del medio y la de delante, con otro muelle, el efecto es doble", declara a EFE Javi Moro, responsable de material de la revista Corredor.