Sean Morrison, capitán del Cardiff City difícilmente olvidará la lección que le ha dado un niño en el túnel de vestuarios. Morrison, tras beber agua, tira la botella al suelo ante la cara de asombro del niño, que al ver el gesto del capitán se agacha, la recoge y se la vuelve a entregar. El central parece entender lo que le ha querido decir el pequeño y finalmente deja la botella en el suelo con sumo cuidado.