Este conductor no parece tener mucho cariño a su propio coche. O, más probablemente, el coche no suyo. Primero lo pone a casi 70 km/h para, inmediatamente, meter la marcha atrás. El resultado es preocupante si si pretende que el coche siga siendo útil. Ruidos extraños del motor y una tremenda humareda saliendo del eje trasero, el que genera la tracción de las ruedas. Milagrosamente, el coche vuelve a avanzar aparentemente sin problemas cuando el conductor mete una marcha de avance.