Una estampa peculiar la que vimos en el GP de Brasil. Después de que Alonso sufriera la enésima rotura de motor en su monoplaza, decidió pasar la jornada tomando el sol. Aunque era una imagen de tranquilidad, seguramente estuviera desesperado por dentro. Al fin y al cabo, es mejor reír que llorar, por lo menos se lo tomó con humor.