Luis Enrique y Messi parecen haber abierto una guerra interna en el Barcelona de la que el gran perjudicado podría ser el equipo. La última derrota en liga, sumado a algunos rumores que hablan de discusiones entre el delantero y el entrenador podrían haber precipitado una ruptura casi total. Las claves, la ausencia de Messi en el entrenamiento a puertas abiertas y el escarceo en redes sociales del argentino con el Chelsea.