Mucha, mucha fiesta la que se vivió en el vestuario de la selección española tras proclamarse campeona del mundo. Los jugadores, el cuerpo técnico y la presidencia celebraron por todo lo alto el ansiado título. Los hermanos Hernángomez estaban desatados, Rudy pedía las primas económicas a Garbajosa y Juancho le dio un beso en la cabeza a Quino Colom.