La decisión de celebrar la final de la Copa Libertadores en Madrid obliga a poner en marcha un fuerte dispositivo de seguridad para el puente de la Constitución en la capital. Se prevé que alrededor de 5.000 agentes participen en este despliegue, similar al de un partido de Champions, y que está considerado de alto riesgo. Van a hacer un seguimiento de ambas aficiones, se identificará a los hinchas más radicales y conflictivos y estos serán apartados y vigilados de cerca.