Las lesiones más comunes en niños que practican esquí o 'snow' y siete claves para evitarlas

Dra. Silvia Treviño - Grupo Geseme
23/03/201815:39 h.Los niños son más frágiles por la inmadurez de sus tejidos, como la piel y los ojos, y por las consecuencias de los traumatismos en la cabeza y estructura ósea. Las lesiones más frecuentes van a ser musculo-esqueléticas, como luego veremos, pero las más peligrosas son los traumatismos craneoencefálicos que suponen entre el 11 y 20% de las lesiones y son la principal causa ingreso hospitalario.
Por lo tanto es muy importante que los pequeños hagan un buen uso de las protecciones como el casco. Es fundamental que sea de su talla para que esté adecuadamente ajustado a su cabeza y que sea de buena calidad ya que los niños tienen el doble de probabilidades de tener una lesión relacionada con material defectuoso que los adultos.
El patrón de lesiones va a ser diferente en función de la edad del esquiador
En niños más pequeños la incidencia de lesiones es menor que en niños más mayores. Sin embargo, el riesgo de fracturas es claramente mayor en niños que en adolescentes o adultos.
Al igual que en los adultos, las lesiones en las extremidades inferiores son las más frecuentes con un 39-77% del total de las lesiones en niños y adolescentes. La incidencia de fracturas de tibia en niños es entre 6 y 9 veces más frecuente que en adultos. Estas fracturas de tibia son típicamente espiroideas secundarias a un mecanismo de torsión, es decir, aquella fractura ósea en la cual la línea de fractura sigue una dirección espiral en relación al eje principal o longitudinal del hueso. Rara vez necesitan tratamiento quirúrgico y pueden tratarse con inmovilización mediante un yeso, con muy buena evolución y habitualmente sin secuelas.
A medida que aumenta la edad, aumentan las lesiones de ligamentos de la rodilla. Principalmente en el Ligamento Colateral Medial y, cada vez con más frecuencia, en el Ligamento Cruzado Anterior (LCA). Sin embargo, disminuye la incidencia de fracturas.
Lesiones musculo-esqueléticas típicas
En niños, ocurre una lesión característica del Ligamento Cruzado Anterior en la cual el ligamento no se rompe, sino que arranca el fragmento de hueso de la tibia donde se inserta. Esta lesión se conoce como “fractura-avulsión de la espina tibial”. Si un adulto al sufre, debemos hacer una reconstrucción, es decir, hacer un ligamento nuevo. Por el contrario, en el caso de los niños con fractura-avulsión de la espina tibial, podemos reinsertar el fragmento en su sitio anatómico mediante técnicas artroscópicas.
Aunque las lesiones de columna vertebral y en las extremidades superiores son menos frecuentes también pueden darse. Los niños pueden presentar lesiones del ligamento colateral cubital del pulgar o “pulgar del esquiador”. Se producen al quedarse clavado el bastón del esquiador, enganchándose el dedo pulgar en la correa y tirando del mismo hacia atrás. Produce un dolor inmediato en el dedo pulgar y una limitación para hacer la pinza. Al igual que en el caso del LCA, suelen ser lesiones por arrancamiento de la inserción ósea del ligamento y no roturas del propio ligamento. No suelen necesitar cirugía y se tratan con inmovilización con muy buen resultado.
También pueden presentar otras lesiones de muñeca típicas de los niños, relacionadas con la inmadurez ósea como fracturas en “rodete” o epifisiolisis de radio distal.
Algunos estudios noruegos han defendido la menor incidencia de lesiones en esquiadores que reciben clases formales. Unas clases que, sobre todo en el caso de los niños, deberían incluir la enseñanza de los conceptos básicos de seguridad. Deberían incluir conocimientos sobre el mecanismo de producción de las lesiones más frecuentes y la manera de evitarlas, el uso de casco, estrategias para evitar colisiones y control de conductas imprudentes que pueden dar lugar a lesiones.
Lesiones producidas por el sol
La exposición aguda a las radiaciones ultravioletas puede dar lugar a una fotoqueratitis, que en dosis suficientes puede producir la “ceguera de nieve”. En los niños, parte de la radiación progresa hasta la retina pudiendo ser la exposición prolongada en etapas tempranas, un factor de riesgo para desarrollar futuros problemas de retina como la degeneración macular.
Para evitarlo, es recomendable que los niños usen gafas tipo máscara con lentes nivel 3 o 4 y con protección completa del ojo que evite la acción de la radiación difusa por los laterales secundaria al efecto “espejo” de la nieve.
Aunque es evidente y existe una gran concienciación sobre la relación entre la exposición al sol y múltiples cánceres de piel y otras patologías dermatológicas, no hay que bajar la guardia. Recuerda que los niños necesitan protección solar por lo menos de factor 50, aplicada 15 minutos antes de esquiar y una nueva aplicación cada dos horas.
7 precauciones básicas que nuestros hijos deberían seguir para un esquí saludable
- Es mejor que los niños empiecen a esquiar con un profesor
- Es fundamental el uso de casco bien ajustado
- Protector de columna
- Gafas de sol tipo máscara con lentes nivel 3 o 4
- Protección solar de factor 50, como mínimo
- Material adecuado a su peso, talla y nivel, revisado y en buenas condiciones
- Botas correctamente abrochadas
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Dra. Silvia Treviño, Especialista en Medicina del Deporte del Grupo Geseme.