El partido del morbo entre Nadal y Kyrgios no decepcionó. El australiano hizo de todo para intentar desconcentrar a Nadal. Estornudaba entre los saques del balear, protestaba los saques de Nadal al juez de silla e incluso lanzo algún escupitajo en la pista central de Wimbledon. Kyrgios también nos dejó su saque de cuchara ‘marca de la casa’ en un par de ocasiones, pero Nadal mantuvo la calma y consiguió la victoria.