Cholo Simeone no se creía lo que estaba sucediendo en la banda de los banquillos en los minutos finales. Luis Enrique y Unzúe protestaban las últimas acciones y en sus aspavientos se llevaron por delante al cuarto árbitro. Simeone se lo fue a decir rápidamente a los colegiados sin que actuasen de ninguna forma.