¡España campeona... otra vez!
cuatro.com
01/08/201121:42 h.Un partido de los denominados 'de infarto'. De los que apetece ver, narrar y sobre todo jugar. Hasta dos veces estuvo por detrás en el marcador la rojita, que jamás le perdió la cara al partido y que demostró una madurez y unas tablas más propias de los Iniesta, Xavi y Casillas que de unos chavales de 18 años. Con más ideas, más ocasiones y más fútbol, los de Ginés Meléndez lograban la victoria con un 2-3 agónico que vuelve a poner a nuestra selección en lo más alto del fútbol internacional.
Tuvo que esperar España hasta el minuto 84 para encontrar lo que llevaba todo el partido buscando: el primer gol. Hasta entonces, el resumen es de los que salen solos. Más dominio y más ocasiones de los nuestros y muy poca puntería. Los checos, al contrario, supieron materializar en el minuto 53 una de las pocas ocasiones que tuvieron. Un momento de relajación, impropio de una final, permitía a Krejcl plantarse con el balón controlado en el área y sacarse un disparo raso y cruzado imposible de alcanzar para Badía.
A falta de diez minutos para el final parecía que los checos iban a poner fin a esa buena costumbre que hemos instaurado en los últimos años de ver a un capitán español levantando el trofeo de campeón. Pero nuestros jóvenes tenían otros planes. Aurtenetxe tocaba un disparo lejano de Rubén Pardo en el 84 y empataba para forzar la prórroga.
Un tiempo extra que empezaba con la misma tónica de los noventa minutos anteriores. Control y ocasiones españolas, ante unos checos que parecían estar pensando ya en lo cerca que lo habían tenido. Y así, apareció otra vez el que podría haber sido el héroe checo de la noche de no ser porque a veces el dios del fútbol se despista y hace justicia. Krejcl dejaba atrás a tres defensores españoles y regalaba a Lacha un gol cantado que volvía a poner a los nuestros por detrás en el marcador.
Un nuevo mazazo para la rojita que, sin embargo, tenía aún lo mejor de sí misma por mostrar. Sin venirse abajo, le bastó dos minutos de la segunda parte de la prórroga para empatar el partido. Otra vez. De las botas de Paco Alcácer salía el segundo gol de España tras una internada dentro del área. Las mismas botas que a falta de dos minutos para el final colaban el definitivo 2-3 en la portería, después de un espectacular control con el pecho dentro del área.
Y a partir de ahí, la imagen de moda de los últimos años. Una montañana de jugadores con la camiseta española celebrando el gol de la victoria. Y unos minutos después, los mismos jugadores correteando por el campo con los brazos en alto celebrando que una vez más éramos campeones. Una imagen a la que queremos seguir acostumbrándonos. Porque da la sensación viendo a estos chavales de que quedan todavía muchos europeos y mundiales que jugar, que contar... y que ganar.