Rubén castro tenía una persona en la mente tras marcar el primer gol ante el Valladolid en el Villamarín. El delantero se dirigió al banquillo en busca de Pepe Mel y se fundió en un emotivo abrazo con su entrenador por todo el apoyo que le ha mostrado tras los polémicos cánticos. Rubén Castro firmó tres goles en el día de la mujer bética y con su novia Maria Hernández en la grada.