Paradón providencial del guardameta del Barcelona nada más adelantarse el conjunto de Luis Enrique con el gol de Luis Suárez. Una falta botada desde la banda, la peinó el delantero brasileño del conjunto chino, pero el portero azulgrana tiró de potencia en sus cuádriceps para alcanzar una pelota al palo largo que además botó justo antes de alcanzar los guantes de Bravo. ¡Paradón!