Leo Messi se queda: el argentino anuncia que seguirá un año más para no ir a un juicio con el Barça

Dos décadas, 634 goles, 731 partidos oficiales, 33 títulos y, sobre todo, dos semanas con el corazón culé encogido… Leo Messi se queda. El argentino ha hecho oficial su intención de seguir una temporada más en el Barça y después decidir su futuro. El delantero da marcha atrás a su deseo de salir, vía burofax, tras la imposibilidad de un acuerdo con el conjunto blaugrana.

Desde la llegada del burofax a las oficinas del Camp Nou, Messi se ha mantenido en su postura de salir libre acogiéndose a dos cláusulas de su contrato. La respuesta de la dirección del Barcelona fue contundente. La única salida que facilitarían a su leyenda sería con el pago íntegro de los 700 millones de su cláusula de rescisión.

Jorge Messi, padre y representante de Leo, viajó de urgencia desde Argentina para intentar desbloquear la salida pero se volvió a encontrar con la contundencia de Bartomeu. El presidente del Barça se limitó a advertirle que si salía en rebeldía el club se vería obligado a denunciar a Messi y al club que le fichase.

Ante esta situación Messi se encontró sin salida. Hoy ha tenido que dar marcha atrás a su deseo de salir cuanto antes de Barcelona. Messi y el Barça se dan una prórroga deportiva de unos meses, ya que desde el próximo mes de enero el argentino podrá negociar legalmente su marcha con otros clubes.

El Manchester City, y en concreto Pep Guardiola, es otro de los grandes protagonista de este culebrón. Messi telefoneó en varias ocasiones estos días al entrenador catalán para que le sacase del Barça.

Messi tuvo sobre la mesa la oferta del City: tres años de contrato y después el salto a la MLS con la franquicia de Nueva York. Un ofrecimiento que el argentino veía con buenos ojos pero al que le faltaba la pieza clave: salir gratis del Barça.

Desde el primer momento el City le dejó claro al entorno de Messi que solo entraría en el fichaje sin problemas judiciales. Un punto que no ha conseguido la familia Messi.

Conscientes de que el fichaje por el City era imposible, en ese momento, llegó la llamada de Guardiola a Messi. El entrenador fue el primero que intentó convencerle para que se quedase un año más en el Barça y saliese por la puerta grande como hicieron figuras como Xavi o Iniesta.

Bartomeu llegó a poner sobre la mesa su cabeza si era el problema para que Leo Messi no siguiese en el club. Un órdago que el argentino recibió enviando a su padre Jorge Messi a Barcelona.

La llegada del representa fue clave para desenquistar la relación entre delantero y presidente. Deportes Cuatro cazó en dos ocasiones en exclusiva los sentimientos de la familia Messi durante esas jornadas.

Las primeras declaraciones de Jorge Messi fueron en exclusiva a Mediaset y posteriormente volvió a dar en primicia la posibilidad de quedarse un año más. Unas palabras que dieron rápidamente la vuelta al mundo.

Messi volverá en los próximos días a los entrenamientos del Barça. Será su primer contacto con Ronald Koeman, nuevo entrenador culé. Ambos, sin tratarse, no empezaron bien su relación. Las breves palabras del holandés a Luis Suárez para despedirle hirieron mucho más a Messi.

El Barça tiene ahora trabajo por delante para devolver la motivación a un jugador que en apenas seis meses puede firmar por otro equipo. Y además gratis y con un importante plus para él al conseguir salir con la carta de libertad.

La limpieza de vestuario de Koeman ha hecho que Arturo Vidal e Ivan Rakitic ya estén fuera del equipo. Queda por ver qué pasa finalmente con Luis Suárez al que también sentenció. Leo Messi seguirá en Barcelona un año pero solo sabe él sino se ha ido ya.