Vinicius se para a firmar autógrafos y la afición del Mallorca le vacila: "Bocazas"

El jugador brasileño del Real Madrid, Vinicius, vuelve a ser el principal foco de la polémica. El último encuentro liguero entre Mallorca y Real Madrid ha sido más sonado por lo que ocurrió durante el partido entre jugadores del Mallorca con Vinicius, que por el propio resultado.

Un encuentro muy tenso, que venía precedido del partido de la primera vuelta en el Santiago Bernabéu, donde Vinicius y el defensa del Mallorca, Raíllo, ya tuvieron encontronazos durante y después de los noventa minutos.

En la previa del partido en Son Moix, Raíllo hizo unas declaraciones que no sentaron del todo bien al brasileño “Si algún día tengo que enseñarle a mi hijo un ejemplo de jugador... será Modric o Benzema. No Vinicius”. A lo que el jugador del Real Madrid respondió "¿Quién es Raíllo?". Esto provocó que ambos jugadores tuvieran varios encontronazos futbolísticos y verbales a los largo del encuentro. A quienes también se unió Maffeo, otro de los centrales del Mallorca.

Un encuentro donde, Vinicius, acabó desquiciado por el ambiente que se vivió en el estadio y se centró, una vez más, en la polémica exterior y entrar en discusiones, que en el propio juego. Esto hizo que el delantero viera la quinta amarilla de la temporada y se vaya a perder el próximo encuentro liguero del Real Madrid ante el Elche.

Cuando el árbitro pitó el final de la primera parte, Vinicius se dirigía al túnel de vestuarios cuando cogió el escudo de la camiseta blanca y se lo mostró a los aficionados. A este gesto respondió Raíllo en la segunda parte, intentando que el brasileño besara el escudo del Real Mallorca.

A la salida del estadio de Son Moix, algunas aficionados madridistas estaban esperando a los jugadores para conseguir que les firmaran las camisetas. Vinicius decidió pararse con alguno de ellos, mientras de fondo se escuchaba a otros gritarle: "Bocazas, tonto", "¿Sabes ya quién es Raíllo?", "Raíllo, Raíllo"...

El jugador no entró en las provocaciones y se dedicó únicamente a atender a los aficionados que estaban allí apoyándole y haciendo caso omiso a los que estaban intentando que el jugador saltara.