Por improbable que parezca, la peor imagen del Real Madrid-Schalke apareció un rato después del pitido final. Un grupo de hinchas muy disgustados con la imagen blanca esperaron a la plantilla a su salida del Bernabéu y les despidieron con todo tipo de insultos e improperios. No se libró ni Keylor Navas que, como uno de los aficionados razonaba segundos después de insultarle, “ni quiera juega”.