El delantero hizo lo que se conoce en Francia como "la quenelle", un gesto que consiste en extender un brazo hacia el suelo y cruzar la mano contraria sobre el hombro y que algunas asociaciones detectan como una alusión al saludo nazi. Por esta polémica celebración el futbolista podría ser sanciado por la Federación Inglesa de Fútbol.