El caso Messi empezó al ceder sus derechos de imagen y empezó a tributar en paraísos fiscales. En 2013 pagó 56 millones de euros a Hacienda pero el caso todavía no se ha cerrado. La Fiscalía y la defensa del jugador defienden que el jugador no sabía lo que firmaba y señalan a su padre. La abogacía del Estado, sin embargo, pide cárcel para él y su padre.