El Betis se despide de Europa con un gol en el último minuto de la prórroga (1-1)

Hinteregger, en el 120, sentenció a los de Pellegrini
El Betis, mientras, pecó de precipitación, perdió muchos balones a la hora de salir y, aunque lo intentó por ambas bandas, fue un trabajo baldío, sin una conexión imprescindible entre Joaquín, el francés Nabil Fekir y Canales, sus hombres clave en la creación.
Así, el Eintracht, muy solvente y dominador absoluto del centro del campo, nunca pasó apuros y, con las ideas más claras, fue más vertical, más directo, aunque quizás le ocurrió lo mismo que en la ida, pues dejó vivos a los de Pellegrini para la segunda mitad al no rentabilizar sus continuas llegadas, ninguna clarísima, pero todas inquietantes.
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Un ejemplo claro fue un pase a Rafael Borré, que ya erró varias ocasiones en Sevilla y que, sololva, mandó fuera con todo a favor, aunque la acción fue anulada por un claro fuera de juego del colombiano.
En la reanudación, Pellegrini hizo cambios por el escaso empuje de su equipo en una discreta primera mitad y la lesión de Miranda, sustituido por el delantero Juanmi, con lo que Ruibal, como en los últimos partidos, pasó a jugar de improvisado lateral izquierdo.
El Betis salió fuerte en los diez primeros minutos, pero de nuevo fue evaporándose ante el potente sistema de contención del conjunto germano, que, además, siguió generando ocasiones en ataque con las incursiones del serbio Filip Kostic y del danés Lindstrom.
Nervios en el Villamarín
La emoción persistía por la corta renta del Eintracht, ya que un gol de los españoles hubiera forzado la prórroga, pero fueron los alemanes, muy poco exigidos atrás, los que estuvieron más cerca de solventar la eliminatoria en una falta directa que Kostic estrelló en la cruceta, demostrando el serbio, como en la ida, su talento y gran golpeo.
Ya con el luso William Carvalho y el mexicano Diego Lainez en el campo para intentar reactivarse, como con la posterior entrada de Borja Iglesias por Willian José, al Betis le faltó pausa y también claridad y criterio en su juego, pero, sobre todo, más remate para forzar una remontada que llegó, quizás, cuando menos se esperaba.
Fue en el minuto 90, en una acción de fe de Aitor Ruibal, quien robó un balón cerca del área, por la izquierda, la tocó hacia Fekir y el centro del francés lo remató a gol en el primer palo Borja Iglesias, sólo 12 minutos después de haber entrado al campo, para hacer el 0-1 y llevar la eliminatoria a la prórroga.
Remar sin suerte
En este tiempo extra, la igualdad fue máxima, aunque el Betis, que se vio cerca de completar la gesta, pareció crecerse, mejoró mucho con los cambios y llevó más la iniciativa ante un Eintracht que acusó el golpe sufrido cuando ya acariciaba la clasificación.
Con ambos conjuntos muy justos de fuerzas, Glasner, técnico de los alemanes, refrescó a su equipo con el delantero neerlandés Sam Lammers y el medio Sebastian Rode, pero el Eintracht, igual que el Betis, ya no llegó con tanta facilidad.
Borja Iglesias estuvo a punto de sentenciar en el minuto 109, al cabecearó al larguero un centro de Lainez que había desviado un contrario, pero fueron los alemanes los que resolvieron en el último segundo en una falta de Kostic que dio en Guido Rodríguez y la metió en su portería al intentar despejar ante Hinteregger. Al final, un final cruel para el Betis y el pase para el Eintracht.