Diego López vivió una de sus noches más difíciles como portero del Real Madrid. En dos minutos vio como sus defensas concedían al Rayo dos penaltis que convertían una más que cómoda victoria por 0-3 en un calvario de más de media hora que a punto estuvo de convertirse en desastre. Por suerte para los blancos, el Rayo no encontró la puntería necesaria para transformar alguna de las muchas ocasiones que tuvieron en la recta final.