Real Madrid 3 - Ajax 0: El contraataque implacable, la moda para este otoño
cuatro.com
27/09/201123:15 h.cuatro.com
Hasta tres llegadas claras al área había juntado el Ajax cuando corría el minuto 15 de partido. Los holandeses, lejos de arrugarse en el Bernabéu, saltaron al césped dispuestos a encerrar a los locales en su área con una presión en principio insospechada para un visitante de Concha Espina. Casillas, esa leyenda, fue el encargado de recordarle a los de Amsterdam que no iba a ser tan fácil.
Tres paradas suyas y 20 minutos después de arrancar el partido, los Cristiano, Benzema y Kaká decidían saltar al campo. Y como lo que le sobra a este equipo precisamente es fusileros, apenas empezaron a comunicarse entre ellos llegó el primer gol: Cristiano Ronaldo, culminando uno de esos contraataques vertiginosos que se está convirtiendo en tendencia de la colección de tácticas otoño-invierno de Mourinho.
Abierta la lata, y teniendo en cuenta que en su ambiciosa propuesta el Ajax ya lo estaba, sólo cabía esperar un aluvión de ocasiones blancas sobre la portería de Vermeer. Dicho y hecho. Dos disparos, de Ozil y Xabi Alonso, a las manos del portero holandés, fueron el preludio del segundo gol. Internada en velocidad del cuestionado Kaká que mandaba al fondo de las mallas el balón y al pozo de los sueños rotos las ansias de victoria de los de Amsterdam.
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Así las cosas, llegó el descanso, con un marcador muy favorable para los blancos pero con la sensación de que saliendo con un poco más de tensión podrían haberse ahorrado más de un susto. Algo de lo que debió darse cuenta también Mourinho, porque la segunda parte arrancó con un Real Madrid dispuesto a no dar ni la más mínima opción al Ajax, que por otra parte había perdido ya la intensidad de los primeros compases. Tres minutos tardó Benzema en sentenciar el encuentro, tras rematar a la red con algo de fortuna un buen pase de Kaká, de los mejores del partido.
De ahí al final, dos cosas destacables. La lesión de Benzema, que tenía que ser sustituido por Higuaín por problemas en el abductor, y el debut del esperado Altintop, que casi no tuvo tiempo de ofrecer nada a la afición del Bernabéu. Una afición que se iba feliz por la victoria y porque, pese a un comienzo dubitativo, su equipo había vuelto a mostrar su mejor versión con una velocidad y una pegada que cuando funcionan resultan implacables.