La primera polémica del partido no llegó hasta el segundo tiempo. Oyarzabal quiso central e Iñigo Martínez se tiró in extremis para cortar el pase. La pelota pasó por debajo del cuerpo dándole en la mano de atrás y la duda estaba si era fuera o dentro del área. Casi cuatro minutos después de producirse la acción, el VAR no vio penalti y se quedó en mano fuera del área.