La investigación del tiroteo al autobús del Fenerbahce sigue en marcha. Cuando aún quedan muchas incógnitas por despejar, lo que parece seguro es que la sangre fría del conductor del vehículo salvó a sus pasajeros de un destino fatal. El autobusero, que fue herido en la cara por un balazo, pudo parar el vehículo y bajarse del mismo por su propio pie, pese al disparo.