Cómo funciona el mercado de fichajes: cesiones, traspasos...

Cada verano, los periódicos deportivos (y no deportivos) llenan decenas de páginas hablando de los posibles fichajes de los grandes equipos. Los aficionados se ilusionan con la llegada de grandes estrellas a sus clubes para poder afrontar la nueva temporada con todas las posibilidades de luchar por los objetivos marcados. Pero, ¿cómo funciona el mercado de fichajes?

En el mundo del fútbol hay, fundamentalmente, dos periodos de tiempo en los que se pueden formalizar los fichajes de los jugadores. El más importante es el mercado de verano, ya que es cuando se preparan los proyectos de la nueva temporada, se producen la mayoría de los cambios de entrenador y se negocian los nuevos contratos.

Sin embargo, también hay una nueva ventana de fichajes en invierno. Es un periodo de tiempo que se abre normalmente el 1 de enero y que permite a los equipos reforzarse a mitad de temporada. Suele ser utilizado, fundamentalmente, por aquellos equipos que han sufrido lesiones, que notan carencias en sus plantillas o que no están consiguiendo los resultados esperados y necesitan dar un giro en su rumbo.

Los fichajes se pueden hacer, fundamentalmente, de dos maneras: por medio de un traspaso o bien de una cesión. Un traspaso es un acuerdo entre dos clubes por el cual un futbolista pasa de jugar en el equipo A al equipo B a cambio de una suma de dinero. El equipo B paga al equipo A por hacerse con los derechos federativos del jugador y, cuando el traspaso se cierra, se convierte en el propietario de esos derechos. Es la forma más habitual de fichajes entre clubes.

Un segundo método es el de una cesión: en este caso, el equipo A presta al equipo B a un futbolista para que juegue durante un determinado periodo de tiempo. Esta opción es muy utilizada en equipos que tienen grandes plantillas, pero que no quieren desprenderse de algunos jugadores. Por eso, se los ceden a otros equipos para que sigan formándose, pero manteniendo la posesión de sus derechos federativos.

Hay varias formas de cesión de jugadores entre clubes. La más habitual es que el equipo A presta a un futbolista al equipo B durante una temporada a cambio de una cantidad de dinero o de, al menos, hacerse cargo de la ficha del jugador. Sin embargo, ese periodo de tiempo puede ser superior (como la cesión de Odegaard a la Real Sociedad por dos temporadas por parte del Real Madrid) o inferior, como algunos jugadores que son cedidos a otros equipos a mitad de temporada, pero solo hasta que finalice esa campaña.

Además, en las cesiones se puede incluir una cláusula con opción de compra. Eso significa que el equipo A que presta al jugador permitirá al equipo B hacerse con sus derechos si paga una determinada cantidad de dinero. Esa opción puede ser opcional (dependerá de si el jugador convence a su nuevo equipo o no) u obligatoria. Esta se suele utilizar cuando un equipo no puede hacer frente al pago de un fichaje una temporada, pero sí a la siguiente. Entonces, se hace una cesión por una temporada, con opción de compra obligatoria al final de esa campaña.

Cuando se habla de fichajes es imprescindible hablar de la cláusula de rescisión: se trata de una cláusula que existe en los contratos de todos los futbolistas profesionales que juegan en España y que les permite cambiar de equipo en cualquier momento a cambio del pago de una determinada cantidad. Sin duda, el fichaje más famoso de la historia de la Liga utilizando la cláusula de rescisión fue el de Figo por el Real Madrid: los blancos abonaron su cláusula de 10.000 millones de pesetas (60 millones de euros) para que dejara el Barcelona.

Otras cláusulas de rescisión famosas fueron las de Rivaldo, que abandonó el Deportivo por el Barcelona, o más recientemente la de Neymar, que dejó el Barcelona para firmar por el Paris Sant Germain a cambio de 222 millones de euros. Sin embargo, es importante saber que las cláusulas de rescisión solo existen formalmente en España, aunque se puedan encontrar en otras ligas de forma puntual.

En otras ligas, los equipos que quieren fichar a un determinado futbolista deben negociar con los clubes propietarios de sus derechos, que pueden aceptar una oferta o negarse en rotundo. Nadie está obligado a vender a un jugador, por lo que lo normal es poner una cifra muy alta a cualquier negociación para que, en caso de que un jugador quiera irse, al menos deje una buena inyección económica al equipo.

No podemos olvidarnos de la figura del agente libre, de vital importancia en el mercado de fichajes. Se denomina así al jugador que termina contrato con un club y que se encuentra libre para poder negociar con otro equipo sin tener que pagar nada por hacerse con sus servicios. Los agentes libres saben que los clubes de destino se ahorran el precio del traspaso al ficharlos, por lo que suelen incluir una cláusula de bonificación en sus nuevos contratos para que una parte del dinero que los clubes se ahorran repercuta en ellos.

La FIFA prohíbe expresamente que los clubes puedan negociar con un jugador, a no ser que éste se encuentre en sus últimos seis meses de contrato. Por eso, muchas operaciones no se hacen públicas hasta que entra ese periodo en vigor, ya que de lo contrario podrían ser multados. De hecho, el Atlético de Madrid acusó recientemente al Barcelona de haber negociado con Griezmann, aunque los azulgranas solo fueron multados con 300 euros por el Comité de Competición.

El mercado de fichajes es uno de los elementos más importantes del fútbol y saber cómo funciona es imprescindible para entender los traspasos, las cesiones y todo lo que rodea a las transacciones de jugadores. Es parte de la salsa de fútbol, una de las fórmulas que hacen que los aficionados se emocionen, incluso cuando el balón no está en juego.