Desde 2004 el delantero portugués tenía una espinita clavada que por fin se pudo sacar ayer tras cumplir su sueño de levantar un título con la Selección portuguesa. Aunque se tuvo que retirar del terreno de juego por lesión, se convirtió en el centro de atención después de proclamarse campeón de Europa con Portugal. Un dia inolvidable con el que CR7 lució sonrisas y lágrimas.