Chicharito Hernández tuvo el homenaje más mexicano desde que marcara su gol al Atlético de Madrid en cuartos de Champions. Un grupo de mariachis ataviados al estilo tradicional le esperaron a la salida del entrenamiento en Valdebebas para obsequiarle con su música. Por desgracia, el Chícharo salió por otra puerta y no pudo disfrutar de la música.