Anfield, minuto 78. El Barcelona perdía por 3-0 y llegó el gol más absurdo que se recuerda en unas semifinales de la Champions. Un recogepelotas dio un balón con rapidez a los jugadores del Liverpool para que pudieran sacar el córner y sorprender a los culés. Y así fue. El balón se puso en movimiento y Origi hizo el cuarto gol, el de la eliminación del Barcelona.