El feo gesto de Bale tras marcar el penalti de la victoria del Real Madrid

El triunfo del Barça en la víspera, por 2-4 en el campo del Sevilla FC, obligaba a los perseguidores a ganar sus compromisos para mantener la ilusión. Y mientras que el Atlético de Madrid doblegó por 2-0 en casa al Villarreal CF, los pupilos de Santiago Solari sufrieron algo más para llevarse los tres puntos del estadio Ciutat de València.

Los locales, de hecho, mostraron una mejor cara en la primera mitad e incluso estrellaron dos balones en el poste. El primero fue en el minuto 24, en las botas de Roger Martí tras un embarullado ataque 'granota'; y el segundo tuvo al mismo protagonista al borde del descanso, en un contraataque con el que se quedó solo delante de Thibaut Courtois.

Pero el remate de Roger se topó de nuevo con el palo y no significó entonces el empate, pues en la jugada inmediatamente anterior había abierto el marcador Karim Benzema. Tras un saque de esquina, Luka Modric había centrado al área pero Enis Bardhi golpeó la pelota con la mano al intentar taparse el rostro.

El árbitro, con la ayuda del VAR, decretó la pena máxima y el '9' del Real Madrid se benefició del lance para anotar. Replicó el Levante con ese primer poste de Roger y, nada más volver del descanso, con el 1-1 que metió él mismo. Fue con un difícil remate de zurda tras un centro lateral, con Raphaël Varane encimando al delantero levantinista.

El conjunto local apretó sin recompensa ante un rival que no exhibió chispa, confiando sus tareas ofensivas a la inspiración de Vinicius Jr. y quedando todo visto para sentencia merced a otro penalti, igual de polémico, a punto de cumplirse el minuto 77.

El lance ocurrió tras una supuesta falta de Cheik Doukouré a Casemiro. Y es que el centrocampista merengue se cayó tras una ligera patada de Doukouré y el 'trencilla', Iglesias Villanueva, señaló la segunda pena máxima del encuentro al ser auspiciado otra vez por el VAR.

El delantero galés Gareth Bale, que había entrado de refresco poco antes supliendo a Benzema, marcó el 1-2. Ese resultado fue a la postre el definitivo, pero el británico no lo celebró con el resto de sus compañeros. Un feo gesto para una gris victoria de los blancos, a escasos días de jugar dos Clásicos.