El Atlético se complica la vida ante el Stromsgodset

EUROPA PRESS

El Atlético volvió a recordar al equipo débil de la temporada pasada, que no sabe cerrar los partidos cuando los tiene de cara, máxime frente a un rival de escasa entidad, que poco tuvo que hacer para seguir con vida de cara al partido de vuelta. La calidad de Reyes y el creciente protagonismo de un implicado Forlán, no fue suficiente para un conjunto que sigue adoleciendo de graves carencias defensivas.

La primera parte comenzó como era de esperar, con un cuadro noruego que parecía estar sobrepasado por el escenario, cediendo el protagonismo a un Atlético que gozó de la posesión de balón de forma casi hegemónica. A pesar de ello, los rojiblancos, que se enfrentaban a un adversario totalmente agrupado en su retaguardia, carecían de excesiva fluidez a la hora de circular el esférico y apelaban a la lucidez de sus figuras.

En este sentido el Atlético encontró en Reyes su principal válvula de escape en ataque. En el 4, el utrerano se inventaba un pase para Adrián que no llegó al balón por poco en su mano a mano con Larsen. Acto seguido otro gran envió del '19' atlético lo desaprovechaba un participativo Forlán, que se entretuvo en exceso dentro del área. El exsevillista rozaría además el gol pasado el cuarto de hora merced a una excelente asistencia de Gabi, pero su duelo con el meta noruego terminaría en nada tras varios amagos.

Los de Manzano llegaban cada vez con mas facilidad a la línea de tres cuartos e iban madurando a su rival, cuya ultradefensiva propuesta parecía comenzar a agrietarse. A veinte para el descanso Adrián volvía a encontrarse sólo ante Larsen, que de nuevo evitaba el gol desviando el disparo del asturiano en la mejor ocasión de los locales en el primer acto. El gol que abriera el camino al equipo del Manzanares y derribara el muro nórdico parecía estar cada vez más cerca.

Sin embargo, a medida que se acercaba el descanso, la superioridad colchonera se iba diluyendo. El Atlético iba perdiendo su frescura en ataque y las visitas al área iban decreciendo en peligrosidad. El primer periodo moriría con el Stromsgodset animándose en facetas atacantes e insinuando que podía estar perdiendo el respeto a un rival que fue de más a menos, sin, salvo Adrián, demasiada aportación de los nuevos y perpetuando las dudas de una afición deseosa de un triunfo que les hiciera olvidar el polémico caso Agüero.

Como terminó la primera mitad comenzó la segunda, los visitantes enmudecían al Calderón con tres llegadas en dos minutos, rozando el gol en la tercera de ellas, en las que Joel a punto estuvo de cometer penalti al recoger su mal despeje tras un disparo lejano. El Atlético estaba dormido, pero no tardó en despertar de su letargo después de escuchar los primeros silbidos del público. Los de Manzano se enrrabietaron y voltearon la situación a base de arreones que desarbolaban a los dirigidos por Ronny Deila.

Un buen disparo de Juanfran desde la frontal que desvió el meta noruego y una mejor internada de Filipe Luis hasta línea de fondo con pase de la muerte incluido, fueron el preludio del primer de un Atlético que volvía a encomendarse a su jugador de más talento. De nuevo Reyes era el encargado de capitalizar el potencial de los suyos, recogiendo en la frontal una buena dejada de Adrián para poner el 1-0 con un disparo marca de la casa, que se colaba por la escuadra de Larsen.

El gol resultó balsámico para los colchoneros, que crecieron en intensidad en la noche en la que Forlán quería reivindicarse como el nuevo buque insignia de un club hambriento de ídolos. El uruguayo, persiguió el gol con ahínco pero este le dio la espalda pese a rozarlo en dos ocasiones. El meta visitante desvió un duro disparo del charrúa desde la frontal que acto seguido se encontraba con el palo tras un remate escorado de cabeza.

La grada supo premiar su compromiso y voluntarismo con una cerrada ovación en su sustitución, en lo que fue la reconciliación del 'cacha' con su afición. Con la marcha de Forlán y con la eliminatoria sin resolver volvía a aparecer Reyes para llevar la tranquilidad al marcador con un nuevo golazo desde la frontal, de nuevo tras pase de un notable Adrián. Cuando el partido parecía ya casi cerrado el Atlético volvió a revivir viejos fantasmas que la temporada pasada costaron numerosos disgustos a la parroquía atlética.

Los locales inauguraban el 2-0 con la rigurosa expulsión de Miranda. Este sería el preludio de un nuevo episodio tragicómico de la zaga rojiblanca, que veía como a diez del final Storflor aprovechaba un error de bulto de los centrales para poner el 2-1 y desatar las iras del graderío. El partido murió con un Atlético hundido en un nuevo fiasco ante su afición y frente a un rival de mucha menor entidad, que agrandó las dudas que sobre vuelan sobre el cuadro de Manzano desde que comenzara la pretemporada.