La afición madridista disfrutó con la victoria de su equipo ante el Bayern de Múnich por 0-4. Unos 4.000 seguidores blancos acompañaron al Real Madrid en el Allianz Arena. Sergio Ramos dejó mudos a lo9s muniqueses y Cristiano Ronaldo terminó de silenciar a los pocos que aún tenían ganas de animar.