Numerosos aficionados se acercaron al Museo del Oporto para fotografiarse con Iker Casillas. La `Ikermanía´ traspasa fronteras e Iker atendió a todos los que acudieron a fotografiarse con él. Con una sonrisa en la cara, ayudó a sacar fotos, se interesó por varios aficionados y firmó todo tipo de objetos.