El medio marcó dos goles y asistió en otro en la contundente victoria del Real Madrid al Betis por 5-0. Su ausencia en el once en la primera jornada hizo saltar las alarmas del madridismo, pero anoche dejó claro que su titularidad es innegociable. El damnificado fue Isco, pese a que la afición blanca quiere verles jugar juntos.