El equipo de hockey de chicas de 14 años que ha ganado la liga femenina… ¡y la masculina!

Pablo Hernández
26/06/201811:03 h.Sobre sus patines, las jóvenes se han ganado el derecho a entrar en la historia del club coronándose tanto en su liga femenina como en una masculina. “La femenina sub16 es una liga muy corta, solo hay cuatro equipos aquí en Madrid. Como esto nos supondría jugar muy pocos partidos, tomamos la decisión de participar también en la de chicos de esa edad”, nos cuenta David López, el técnico. Así, se aventuraron a combinar ambas competiciones, que abrocharon con un mismo resultado: el campeonato.
David firma su segundo curso como entrenador de las jóvenes. “El año pasado solo jugamos en chicos porque nos quedamos sin portera. No pudimos jugar liga femenina y fue la decepción de la temporada. Jugamos con un niño de portero. Además, un niño más pequeño”, explica. Por ello, el único refuerzo de esta temporada fue la portera. “Es una de las grandezas de este equipo, las chicas son de la cantera. Trabajado aquí desde siempre”, apunta.

No es el único secreto. “El grupo ha funcionado muy bien desde el año pasado tanto deportivamente como fuera. Es un grupo de niñas que son muy amigas. Que sea un colegio lo facilita. Algunas van a clase juntas”, señala. Son una piña y, como tal, llegaron a lo más alto de la tabla en la liga regular en ambas categorías a final de curso, disputaron las Final Four (juegan los cuatro primeros) y levantaron los trofeos de campeonas. La masculina la alzaron a principios de junio, mientras que la femenina, en marzo, les sirvió para clasificarse para la Copa de España celebrada en A Coruña a finales de mayo. Terminaron en cuarta posición, donde dominaron los equipos catalanes, tierra santa del hockey en el territorio nacional.
“El cuarto puesto es histórico. Somos el tercer club en Madrid que llega a una semifinal del campeonato de España y Alameda nunca había logrado unas semifinales en esa competición, ni masculino ni femenino. Este año ha sido un éxito total. Ganar las dos ligas y cuartas de España, es difícil de repetir”, indica. Del mismo valor fue conquistar la liga de chicos. “Llegar a la Final Four, ganar los tres partidos y quedar campeonas… ¡ha sido la leche! El ultimo día, la final, fue brutal: ¡4 a 3 al Alcobendas, un histórico de Madrid! El equipo estaba muy contento”, rememora.

Curiosamente, la opción de la categoría masculina surgió de forma inesperada. Empezaron “más por entrenar que por competir”, afirma David, para que “las chicas cogieran experiencia y ritmo competitivo”. Según el técnico, el éxito de las jugadoras está en la mentalidad a pesar de las dificultades para entrenar. “Entrenamos lunes y viernes. Pedí también el miércoles, pero no se dio. La pista donde entrenamos está muy solicitada. El club de hockey es grande y convivimos con el de baloncesto. Los lunes empezamos a entrenar 45 minutos antes. Los viernes, ellas, con su esfuerzo y trabajo, doblaban con el senior femenino”, lamenta. Todo por igualar las cuatro prácticas semanales de los equipos catalanes e intentar llegar a tal número de sesiones.
El desarrollo de la liga masculina tampoco fue un camino de rosas, especialmente al principio. El físico en la pubertad se va asentando y las diferencias son notables. “Hay veces que estás calentando, ves a rivales al otro lado de la pista y hay chicos de 16 años que a lo mejor son muy altos o tienen brazo… Quizás ellas o los padres al principio decían: ‘¡Mira a ese! ¡Cómo te empuje!’. Pero estas chicas tienen una capacidad competitiva brutal. Durante el partido no dan bolas por perdidas”, cuenta con orgullo.
Por otro lado, fuera de la pista tampoco fueron agradables ciertas actitudes que tuvieron que sufrir. “Sigue habiendo padres o madres en las gradas, incluso niños, que siguen diciendo: ‘Vale, son niñas’. Claro, se ponen a jugar las niñas y te meten cinco. Te vas a casa diciendo: ‘¡Vaya con las niñas!’. Eso ha podido pasar alguna vez. De hecho, alguna vez hemos escuchado un comentario desde la grada: ‘¿Cómo te la puede quitar si es una niña?’. No es lo normal, pero alguna vez se ha oído. Los rivales no”, relata. “Esto duró poco. A medida que vas viendo la tabla, estás arriba y vas ganando partidos…”, concluye.

Un año histórico para unas jugadoras que volverán a sufrir el año que viene. “Uno de los problemas del hockey femenino madrileño es que hay un vacío enorme del sub16 hasta el senior. No hay un sub18. Pasar de jugar con niñas de 16 a enfrentarte a equipos donde hay jugadoras de 27 años con mucha más fuerza, calidad y experiencia, es un salto brutal. Y con 16 años hay jugadoras que tienen más cuerpo de niñas que de mujer”. David, que lleva también el senior femenino del Alameda, tiene un plan para una mejor adaptación. “Ellas son muy amigas. Están en esa edad y empiezan a quedar y salen. Por eso lo que queremos hacer es que las que suban vayan con las mayores y que lo completen las pequeñas doblando”, expone.
Sabe que va a ser difícil y que los días de gloria tardarán en volver, pero no duda ni por un instante de que llegarán de nuevo. “El año que viene va a ser duro a nivel de resultados, pero hay que ir poco a poco. Hay que saber que este año ha sido increíble y que toca un par de años de trabajar y cuando estemos listas, plantearnos otros objetivos”. Pase lo que pase en el futuro, dulces victorias o amargas derrotas, mirarán al pasado con la cabeza alta y recordarán los tiempos en los que lucharon de igual a igual contra los que les superaban en altura o fuerza pero se iban a casa exclamando: ¡Vaya con las niñas!