Ash Mills, de 41 años, ha descubierto una divertida manera de pasar más tiempo junto a su hija Alex, de 9: intentar imitar sus ejercicios favoritos de gimnasia. La pequeña pasa 30 horas a la semana haciendo gimnasia y Ash decidió unirse a ella para reforzar sus logros y quitarle presión. Pese a ser corredor de maratón y estar en buena forma física, no tiene la misma habilidad que su hija, lo que acaba provocando momentos muy divertidos y algunas caídas.