El ‘enfado’ de Valverde con Vinicius: “Para una vez que meto dos goles me tenía que haber dejado a mí”

Valverde quería para él el Balón de Oro del Mundial de Clubes que se llevó Vinicius
El brasileño se alegró de que el uruguayo haya cumplido la promesa que le hizo a Ancelotti
El Madrid levanta su quinto Mundial de Clubes: el octavo título internacional
El Real Madrid se vuelve de Marruecos con un trofeo más en sus vitrinas y con la recuperación del estado físico y anímico de varios jugadores. Vinicius, lejos de la polémica que le rodea en España, volvió a demostrar su calidad en el campo con goles y asistencias. Eso le llevó a ser el Balón de Oro del Mundial de Clubes algo con lo que Valverde no está de acuerdo.
Valverde también ha sido uno de los grandes protagonistas de este torneo ya que ha ido mejorando su nivel tras el Mundial y lo ha demostrado anotando tres goles, dos de ellos en la final, confirmando su notable mejoría.
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El uruguayo se llevó el Balón de Plata de la competición, pero en el vestuario pidió algo más y cree que también era merecedor del galardón que se había llevado su compañero. “Pero Vini, muy mal. Para una vez que meto dos goles tenía que haber dejada a mí”, refiriéndose al Balón de Oro entre risas.
También habló sobre la promesa que tenía con Ancelotti de los 10 goles. “Yo ya cumplí. Trabajo hecho”. En medio de esa conversación apareció Vinicius y volvió a recordarle lo de los goles metidos en la final. El brasileño, orgullo de su compañero reivindica los 11 goles que lleva ya el uruguayo en la temporada. “Menos mal que el míster no rompe el carné”, decía Vini.

Vinicius se vuelve a reivindicar en el Mundial de Clubes
El brasileño Vinícius Junior fue reconocido como 'Balón de Oro' del Mundial de Clubes, competición en la que marcó un tanto en la semifinal y un doblete en la final, pieza clave en un nuevo éxito del Real Madrid como el uruguayo Fede Valverde, premiado con el 'Balón de Plata'.
La entrega de trofeos en el césped del estadio Príncipe Moulay Abdellah se inició con una leyenda, el italiano Alessandro del Piero, trasladando el trofeo hasta el atril antes de felicitar a Carlo Ancelotti y fundirse en un abrazo.